Creo que es una cosa sumamente difícil el no ir de viaje y no comprar algún recuerdo y aunque no soy muy partidaria de traerme esos típicos regalitos que lo único que hacen es ocupar sitio, sí que es cierto que no hay viaje en el que no traiga algo. Y al igual que yo imagino que casi todos.
Pero a nivel general, ¿Cuáles son los recuerdos que más compramos en nuestros viajes? Hoy vamos a hacer dos listas: en la primera diremos cuáles son nuestros souvenirs preferidos y en la segunda los souvenirs que nunca compraríamos.
Dentro del mundo de estos regalos hay dos clases: los que compramos para nosotros y los que compramos para otros, aunque para ambos seguimos los mismos criterios.
Los que traemos para nosotros tienen más variedad porque si veo algo que me gusta lo compro pero para los que hacemos a otros es más complejo. No solo tenemos que buscar algo bonito estéticamente sino también que sea práctico y del gusto de la persona, porque para comprar un llaverito no llevo nada.
En mis primeros viajes buscaba regalitos para todos pero al poco tiempo me di cuenta de que esto se había convertido en un tipo de obligación, así que decidimos que los únicos que recibirían un souvenirs de nuestros viajes serían nuestros padres. Si por casualidad veía algo interesante para alguien más pués lo aprovecharía pero nada más.
LOS 5 SOUVENIRS QUE COMPRARÍAMOS
Como ya he comentado en alguna que otra ocasión no nos suelen gustar los típicos souvenirs, no porque sean feos o algo parecido, sino porque no les veo ninguna función, por lo que siempre intentamos comprar cosas prácticas y que nos gusten. Si son para alguien intentamos buscar uno que vaya acorde con los gustos de la persona.
Os decidimos cuales son nuestros 5 elegidos y el porque.
1 Imanes: puede que sea algo a lo que no se le dé mucho uso en sí mismo pero creemos que es un buen detalle. Coloridos, con temática de la zona que se visita y a un precio económico. Es algo que compramos tanto para nosotros como para los nuestros padres, los cuales tienen el frigorífico a reventar y que se ha convertido ya en toda una tradición. Claro que como en todo hay algunos que son feos con ganas, solo es cuestión de mirar.
2 Ropa o complementos: es otra de las cosas que se pueden comprar tanto para uno mismo como para otros. La ropa siempre viene bien solo tienes que tener cuidado al elegirla, es decir, si es para alguien tienes que tener en cuenta los gustos ajenos. Quien dice ropa dice bolsos o zapatos o abalorios.
Si me decanto por ropa suelo elegir tiendas locales, que no existan en mi ciudad, porque si viajo hasta Nueva York y compro en el Zara es para matarme. Es cierto que en algunas ciudades la misma ropa que tenemos aquí en esa ciudad puede ser más barata.
4 Arte: aquí podemos englobar tanto la pintura como artesanías en general. Nos gusta sobre todo la fotografía pero también tenemos algunas acuarelas de París o Nueva York. Es un buen regalo además de que embellece las paredes de las casas. A veces también damos como souvenirs fotografías que nosotros mismos hemos hecho. Las casas de algunos familiares y amigos están decoradas con ellas, son detalles personales y que nos hacen mucha ilusión.
Aquí podemos incluir todas esas colecciones que muchos de nosotros hacemos, como coleccionar chapas de botellas, tazas, platitos, etc.
LOS 5 SOUVENIR QUE NO COMPRARÍAMOS
Al igual que hemos elegido los 5 que más nos gusta comprar tanto para nosotros como para regalar a los demás, ahora toca elegir los que nunca compraríamos y su explicación, porque lo que no queremos para nosotros tampoco lo queremos para otros.
Hemos elegido éstos pero hay muchos más... jajaja.
1 Camisetas: lo sé, antes la hemos puesto como uno de los mejores souvenir que podemos comprar, pero existe una modalidad de ropa que me puede, y es la que llevan impresa el nombre de la ciudad o en su caso el típico "I Love You XXX". Lo odio, es algo superior a mis fuerzas, y eso que cuando era pequeña he tenido esas camisetas, sobre todo de la Costa del Sol, donde he veraneado toda mi vida. A lo mejor puede que le haya cogido manía. Lo que si es cierto es que no lo voy a comprar nunca.
Con otra cosa que no puedo es con esos bolsos que llevan el nombre de la ciudad escrito tantas veces que es mareante, si a eso le añadimos los colores chillones y feos hacen un conjunto que no tiene otros destino que el lugar más oscuro del armario.
2 Objetos naturales: como por ejemplo estrellas de mar disecadas, no me parece el regalo más apropiado. Las conchas al contrario pueden recogerlas tu mismo a orillas del mar así que estás no estarían mal. Hace poco un amigo nuestro trabajaba en Sudáfrica y nos trajo un pequeño cuadro donde se podía ver una mujer con las vestimentas típicas de allí. Muy bonito, el problema es que la zona coloreada esta hecha con alas de mariposas. Cuando nos lo dio mi cara cambio completamente. Me encantó el que se acordara de nosotros y el regalo en sí es muy bonito pero no el que sea a costa de animales.
En general, regalos que provengan de animales y árboles y plantas en peligro no son bueno ni como regalo ni como nada.
3 Miniaturas: esas pequeñas reproducciones de los monumentos más famosos como la Torre Eiffel o La Estatua de la Libertad o de conocidas esculturas. A veces es difícil no caer pero si contamos la gran cantidad de estas reproducciones mini que se vende y las pocas que se ven en las casas, yo no he visto ninguna, nos da a entender el poco valor que se les tiene. Al final terminan en ese cajón donde guardamos todo lo que no queremos o directamente a la basura.
4 Pulseras: a menos que sean de oro macizo... Normalmente, sobre todo en zonas de playas, se suelen vender esas clásicas pulseras de cuero o hilo que puedes comprar en cualquier mercadillo o tienda hippy de tu ciudad. Así que te queda la duda de si la ha comprado en un sitio o en otro. A parte de que los diseños son los mismo desde hace 30 años y que la calidad deja mucho que desear.
5. Figuras de cerámica: vírgenes, santos, animales, etc. En general toda figura con este material no me gusta para nada. Además no va nada con mi estilo, poner una de esas figuritas en mi salón es como poner un pegote, y lo mismo pasa con los salones de la mayoría de nuestros conocidos. Otro trasto más para quitar el polvo y ocupar sitio y que seguramente terminará en un sitio oscuro o en la basura o perdiéndose accidentalmente en una mudanza.
Esta es nuestra lista de los souvenirs que compraríamos y los que no, ¿Estáis de cuerdo? ¿Añadiríais o quitaríais alguno?
Un saludo a todos¡¡¡¡¡
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