lunes, 1 de diciembre de 2014

DESCUBRIENDO LA SIERRA DE BÉJAR

Este año, en las vacaciones de verano, estuvimos en varios sitios de Castilla-León y Cáceres. Para poder cambiar el ambiente urbano por uno más natural decidimos visitar la Sierra de Béjar. El pueblo que elegimos para instalar nuestro campamento base fue en Peñacaballera. El pueblo es pequeño pero es increíblemente bonito y tranquilo. El lugar tiene lo imprescindible para el día a día, tienda de ultramarinos, el típico bar en la Plaza del Ayuntamiento, en fin, un pueblo que no ha perdido su esencia y eso, a mí, me encanta. Cuando suele tener más movimiento suele ser en invierno debido a su cercanía con la estación de esquí La Covatilla.

Los apartamentos donde nos quedamos, Sierra de Béjar, es uno de los mejores lugares donde me he alojado en mucho tiempo. Está regido por un matrimonio joven con dos hijos. El apartamento donde nosotros nos quedamos constaba de un salón con cocina, pequeña pero con todo lo necesario, una habitación de matrimonio, donde colocamos dos cunas de viajes para mis hijos que los dueños nos facilitaron sin recargo ninguno y un cuarto de baño. Las vistas a la sierra son inmejorables, y encima la casa de enfrente tenía un caballo por lo que tenía a los niños bastante entretenidos. El alojamiento también posee zonas comunes que nosotros no utilizamos ya que estuvimos de rutas por los alrededores casi todo el tiempo. Lo que solíamos hacer era ir a algunas de las localidades cercanas durante la mañana, volvíamos a Peñacaballera para comer y que los niños descansaran y por la tarde hacíamos lo mismo con otro pueblo. Así también ahorrábamos un poco en las comidas.


Candelario




El primer lugar que visitamos fue Candelario, en la provincia de Salamanca. El pueblo es una maravilla, os lo recomiendo sí o sí. Si vas con carritos es un poco incómodo ya que las calles además de ser cuestas también son de piedras irregulares. Pero como siempre digo, estamos de vacaciones, así que hay que tomarlo con calma. Al principio del pueblo hay un amplio parque donde puedes dar un agradable paseo bajo la sombra de los árboles o tomar una cervecita en el kiosko que se encuentra en el centro de éste. Tú descansas y los mas pequeños se distraen. Mi nota para Candelario es: 8


Hervás




En segundo lugar, visitamos Hervás, en la provincia de Cáceres. Otro pueblo increíble de parada obligatoria. La judería, que es la parte antigua, te va a dejar sin palabras. Al igual que en Candelario, las calles son en cuestas  con piedras irregulares por lo que tránsito con carritos es algo incómodo, pero... si yo pude con un carro gemelar tú también. Hervás es un pueblo más grande que el anterior que visitamos por lo que la oferta que ofrece es mayor. Tomate tu tiempo para disfrutar de éste maravilloso pueblo. Mi nota para Hervás es: 9




Callejuela de Hervás


Plaza Mayor. Salamanca

El tercer lugar que visitamos fue la propia ciudad de Salamanca. Después de tantos pueblecitos con calles empedradas y cuestas se agradecía algo más liso jeje. Lo cierto es que no nos hizo muy buen tiempo ese día, casi la mitad del tiempo estuvo lloviendo lo que nos obligó a hacer más parada de las esperadas para que dejara de llover. A pesar de todo nos dio tiempo a disfrutar de la ciudad.



La Catedral nueva


Llegamos a media mañana más o menos. Pudimos disfrutar de las maravillosas estampas de la nueva catedral, de la antigua catedral, de la Universidad (donde tendrás que encontrar la famosa ranita de su fachada), de la imprescindible Casa de las Conchas y correr (literalmente) por la Plaza Mayor. Nos hubiera gustado poder ver más pero el tiempo no nos dejó así que muy a pesar nuestro tuvimos que terminar la visita antes de lo que nos hubiera gustado. Pero hablando en términos generales Salamanca es un destino muy recomendable para visitar solo o con niños. Tampoco es que sea una ciudad donde tengas que quedarte muchos días porque no es muy grande pero por los menos dos o tres días se merece. Comer no es muy caro pero como siempre depende de donde lo hagas, si quieres algo más económico lo suyo es alejarte un poco del centro de la ciudad y dejar atrás los restaurantes cercanos a los monumentos, en éstos últimos no es que se coma mal ni mucho menos, pero además de pagar la comida tendrás que pagar también la ubicación del sitio. Mi consejo sería comer en algún lugar más apartado y tomar el cafelito en plena Plaza Mayor. Si quieres saber más sobre el turismo de la ciudad o su agenda pincha aquí. Ahhh... se me olvidaba, mi nota para Salamanca es: 7,5


Fachada de la Universidad de Salamanca


Entrada a la Plaza Mayor

La Casa de las Conchas y la Universidad Pontificia




Vista de la torre de la Catedral


Y mi nota para esta escapada en general es: 8
Espero que os haya gustado y os sea de utilidad en alguna ocasión. Saludos.

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